Todas las penas…

¿Qué tienen mis ojos, qué tendrán que las lágrimas han mojado su coraza? ¿Es por Ṣajr, del linaje de Šarīd, por quien la tierra se abrió con todos sus cuerpos? Juré, entonces, mi pesar por un condenado y, sumida en llanto, a la tierra pregunté qué tenía. Todas las penas han hecho presa en miSigue leyendo «Todas las penas…»

Poema 2

Ay, ojalá supiera si hay algún medio de estar solos donde no lleguen los oídos del espía. ¡Qué maravilla! A solas quiero estar con un amado que vive, aunque se vaya, en mis entrañas y en mi pecho. (Metro tawīl, rima bī) —Umm al-Kirām— *Traducción de Teresa Garulo. Tomado de: Teresa Garulo, Dīwān de las poetisas deSigue leyendo «Poema 2»

Wallāda bint al-Mustakfī

Es hija del califa Muḥammad III al-Mustakfī, que sólo ocupó el califato diecisiete meses (1024-1025), al cabo de los cuales huyó a Córdoba disfrazado de mujer y fue asesinado poco después. Wallāda, prototipo de princesa culta y brillante, de quien dice Ibn Baškuwāl que era una poetisa prolífica que competía con los poetas y literatosSigue leyendo «Wallāda bint al-Mustakfī»

Claroscuro vida muerte

No. Por Dios, no te olvidaré mientras viva y siga mi cabeza sobre mis hombros. El día en que Ṣajr Abī Ḥassān se fue, dije adiós a los placeres y a la alegría de vivir. ¡Qué lástima me da él, qué lástima mi madre! En la tumba amanece Ṣajr, en ella anochece. (Metro wāfir, rimaSigue leyendo «Claroscuro vida muerte»

Ḥafṣa ar-Rakūniyya

Su nombre completo es Ḥafṣa bint al-Ḥāŷŷ ar-Rakūniyya. Es una de las más famosas poetisas hispanohablantes y de quien se conservan más poemas, debido en parte al interés de la familia de Ibn Sa‘īd por ella. No se sabe la fecha de su nacimiento, que di Giacomo sitúa alrededor de 530=1135. Pertenecía a una familiaSigue leyendo «Ḥafṣa ar-Rakūniyya»

La noche era dolor

Ojos nublados, llenos de lágrimas abundantes, lloro a Sakhr con lágrimas inagotables. No pude dormir, pasé la noche en vela, como si mis ojos estuvieran pintados con ceniza. Vigilo las estrellas sin encargarme de su protección, cubierta, al mismo tiempo, con mi ropa desgarrada. Escucho y no me alegro con la noticia narrada, que llegóSigue leyendo «La noche era dolor»