Del alma, el corazón y el intelecto

LIBRO Autor: Abdolah Ansari Título: Del alma, el corazón y el intelecto. Himnos y tratados Traducción y selección: Clara Janés y Ahmad Taherí Ciudad de edición: Madrid Editorial: Trotta Año de la publicación: 2009 Colección: Pliegos de Oriente ISBN: 978-84-9879-045-0

ʿAbdallāh Anṣārī

ʿAbdallāh Anṣārī al-Heravī, Abū Esmāʿīl, en persa comúnmente llamado Kᵛāja ʿAbdallāh Anṣārī, fue una de las figuras más destacadas en Khorasan en el siglo V (siglo XI): comentarista del Corán, tradicionalista, polemista y maestro espiritual, conocido por su oratoria y talentos poéticos en árabe y persa. Al descender de un Compañero del Profeta, ʿAbdallāh nació en

Himno CXIII

Oh Dios, a nadie sucede lo que a nosotros nos sucede, los ojos que a contemplarte fueron, nunca vuelven. —ʿAbdallāh Anṣārī — *Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Texto tomado de: Abdolah Ansari, Del alma, el corazón y el intelecto. Himnos y tratados, p. 78. Lectura en voz alta de: Rafael Ángel Gómez Choreño Recurso

Himno CIX

¡Oh Dios! De mismo modo que la espuma del mar está en la orilla, las perfecciones de los ebrios por ti se hallan en medio de la noche. —ʿAbdallāh Anṣārī— *Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Tomado de: Abdolah Ansari, Del alma, el corazón y el intelecto. Himnos y tratados, p. 76.

Himno XCIV

¡Oh Dios! Este ardor nuestro es hoy doloroso. Fuerza no hay para soportarlo ni lugar donde huir. Qué cuchillo es éste tan afilado. Ni el lugar es de calma ni se puede evadir. ¡Oh Dios! Todos con algo y yo no sé con qué. He aquí el miedo: que llegue el tiempo de saber quién

Himno LXXXIX

¡Oh Dios! ¿Por qué valoro la hurí [1] y el paraíso? Si un aliento me otorgas, de ese aliento haré un paraíso. —ʿAbdallāh Anṣārī— *Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Tomado de: Abdolah Ansari, Del alma, el corazón y el intelecto. Himnos y tratados, p. 66. [1] Las huríes son las vírgenes del paraíso que

Himno XXXIII

¡Oh Dios! El signo de esta tarea nos hurtó el mundo, incluso nuestro signo, desde el cuerpo oculto. Visitarte dejó sin alma al caminante. Tu amor fue su beneficio. Perdió los dos mundos. ¡Oh Dios! ¿Sabes por qué estoy contento? He caído en ti aunque no por mí mismo. Fuiste tú, yo no quise. Vi