El poeta yahilí

El poeta yahilí no pudo dominar el espacio, así es que se sometió a él, con aceptación, justificándolo: llenó con heroísmo las grietas de su mundo… El heroísmo purifica la vida, la eleva y le devuelve su brillo y plenitud. En el heroísmo se altera la imagen del mundo: la existencia se vuelve reflejo de

Lo virginal y lo físico

Lo virginal (udriyya) y lo físico (yasadiyya) son los dos extremos del amor en el poeta árabe. La primera tendencia es un volver hacia dentro, es pureza; la segunda, una dirección hacia fuera, una inmersión en lo sensorial. Y ambas son dos facetas de una verdad primaria en la vida del hombre, un motor instintivo.

La poesía como testimonio

La poesía yahilí es una poesía de testimonio; la finalidad del poeta árabe no era cambiar el mundo, superarlo, ni crear otro. Su finalidad es hablar con la realidad, describirla, dar testimonio de ella. Ama las cosas que le rodean, por sí mismas y por lo que representan, y pone cada cosa donde disfrutar de

La naturaleza en la Yahiliyya

Aquí es el hombre, y no Dios, la medida de todas las cosas. Y la Naturaleza no es más que un campo de actuación, espejo de sus experiencias. La Naturaleza no es para él un objeto de afecto universal, ni idólatra ni románticamente, ni un refugio o compensación; sino una realidad, con la rudeza de

Un mundo destrozado que se reitera hasta la tinebla

La relación entre el mundo, por una parte, y el poeta yahilí, discurre con extrema claridad, como un horizonte necesariamente cruel tanto para la voluntad del poeta como para las cosas. Existen resquicios y grietas que la poesía árabe descubre en el tejido y cuerpo de la realidad, y que percibimos transpirando cansada y repetidamente. El

El arte de lo efímero

Las cosas, tal y como las concibe el poeta Yahilí, cruzan como nubes. Se ven, y al momento de desvanecen. Cada instante que pasa es el recuerdo de algo que se pierde o se ausenta. Apenas el poeta mira, su mirada ya parte del pasado. De donde, su adhesión al presente. Llena la distancia que existe

La sensibilidad poética

Esto nos aclara el que la sensibilidad del poeta yahilí sea una sensibilidad de desborde y conmoción, que siempre mezcla la alegría de la presencia con la pena de la ausencia; aquello que apresamos y que es presa del viento. —Adonis— Tomado de: Adonis, «Introducción a la poesía árabe», en Poesía y poética árabes, cap. I,

La caballerosidad del poeta yahilí

Mediante la caballerosidad, el poeta yahilí eleva el mundo a la categoría de todo o nada: victoria o muerte. Y, mediante el amor, lo eleva a la categoría de supremo gozo óptico total. El amor arranca, en el yahilí, del cuerpo; luego vienen los efectos espirituales e intelectuales. El placer físico proporciona el deleite de

Amor udrí

Junto a este amor corporal se halla el amor udrí. El mundo para el poeta udrí, es una imagen diáfana de su amada. Todo en él se hace como su amor: sereno, titilante, y se despoja de su abultado y fatigoso ropaje, volviéndose espíritu. Pero la tensión entre los contrarios es fundamental incluso dentro del amor udrí. Tras

El amor como fuerza que marcha con mítica eficiencia

El udrí se niega a prescindir de su amor para liberarse del dolor o de la muerte. Ambos son huellas que deja su vida y que impulsan con sus ocultas fuerzas a un aumento y gozo de la presencia, bajo el imperio del amor. Por la fuerza del amor, todo, en el ser del poeta udrí, se