El udrí se niega a prescindir de su amor para liberarse del dolor o de la muerte. Ambos son huellas que deja su vida y que impulsan con sus ocultas fuerzas a un aumento y gozo de la presencia, bajo el imperio del amor. Por la fuerza del amor, todo, en el ser del poeta udrí, se vuelve magia o alquimia de transformación. El amor, para él, es una fuerza que marcha con mítica eficacia, y una especie de dejadez y rendición en las cuales ve, tanto si se reúne con su amada como si no lo hace, su alma y su existencia, el camino de su liberación. Su poesía no es sino un medio para dominar mágicamente al tiempo matemático, para crear un tiempo anímico pleno, que no transcurre ni pasa, un tiempo distinto que marcha ocultamente al lado del tiempo.
—Adonis—
Tomado de: Adonis, «Introducción a la poesía árabe», en Poesía y poética árabes, cap. I, 3, p. 22.
Poesía y filosofía árabe 