Poema 35

Quietud, después silencio y por último mutismo; conocimiento, tras él pasión y tumba al final. Fango, fuego y luz; frío, sombra y después sol. Pedregal, más allá llanura y al cabo desierto; río, océano y después tierra firme. Primero embriaguez, luego sobriedad y por fin anhelo; cercanía, confluencia y al final intimidad. Estrechez, deleite ySigue leyendo «Poema 35»

Ibn al-Fāriḍ 2

Nada se sabe de la vida familiar y estrictamente personal del poeta, salvo que debió casarse en El Cairo a su vuelta del Ḥiŷāz, la cual aconteció hacia el año 1213, cuando él contaba unos 32. Tuvo dos hijos, Kamāl ad-Dīn Muḥammad y Abd-r-Raḥmān; éste último debió ser el padre de ‘Ali. Una vez más,Sigue leyendo «Ibn al-Fāriḍ 2»

Poema 99

La efusión amorosa, Señor, es un prodigio que solamente tú otorgas. En ti el tormento deviene dulzura; y el alejamiento, proximidad. Eres para mí como mi propio espíritu, mucho más amado incluso. Eres ojo para el ojo y corazón para el corazón. Y del amor tengo suficiente con saber que cuando tú amas, yo amo.Sigue leyendo «Poema 99»

Poema 105

Cualquier amor que me pueda robar el corazón que no sea el tuyo, me está vedado. Tú eres para mí vino y espíritu; eres rosa y perfume. Tú eres mi gozo, mi desvelo; eres enfermedad y remedio. De deseo en deseo la vida se nos escapa, pero solo en ti hallamos la paz. —Ḥallāǧ— *TraducciónSigue leyendo «Poema 105»

Asmā’ al-‘Āmiriyya

Natural de Sevilla y descendiente o vinculada a la familia de Almanzor, vivió en el siglo XII. Sólo se conservan tres versos suyos que pertenecen a un poema panegírico incluido en una epístola dirigida al califa almohade ‘Abd al-Mu’min (1130-1163), en la que le recordaba su linaje ‘āmirí y le pedía que eximiese a suSigue leyendo «Asmā’ al-‘Āmiriyya»

Poema 110

Estoy enfermo y débil; cúrame, pues, con tu remedio. Exhalo el último aliento de vida a bordo del bajel que surca los mares de tu gozo. Soy un prisionero; dime, entonces: ¿cuándo llegará la redención de mi pena? Porque solo así podrá mi espíritu soportar la prueba de tu menosprecio. Sé clemente con un amanteSigue leyendo «Poema 110»

Poema 113

¡Oh, amado mío! Eres tú mi ruego; y dondequiera que yo esté me ves. Para iluminarme, tu luz refulgente me ha abierto los ojos de par en par. He realizado tu verdad plenamente en mi interior; haz conmigo, así pues, cuanto quieras, que estoy muerto por causa del amor y entre los amantes me heSigue leyendo «Poema 113»

Avicena I

Fue un médico, filósofo, científico y polímata persa. Avicena es el nombre latinizado por el que se conoce en la tradición occidental a Abū ‘Alī al-Husayn ibn ‘Abd Allāh ibn Sīnā (en persa: ابو علی الحسین ابن عبدالله ابن سینا; en árabe: أبو علي الحسین بن عبدالله بن سینا). Nació en Bujará, Gran Jorasán, enSigue leyendo «Avicena I»