Cualquier amor que me pueda robar el corazón que no sea el tuyo, me está vedado. Tú eres para mí vino y espíritu; eres rosa y perfume. Tú eres mi gozo, mi desvelo; eres enfermedad y remedio. De deseo en deseo la vida se nos escapa, pero solo en ti hallamos la paz.
—Ḥallāǧ—
*Traducción de Halil Bárcena.
Tomado de: Ḥallāǧ, Dīwān, p. 315.