La noche

Mi ojo lloró y me despertó. La noche era dolor. —Al-Jansa’— (m. 26 h / 644.) *Traducción de Claudia Varela, directo del Diwan Al Khansaʾ, comentado por Ahmad Ibn Yahya Ibn Sayyar Al-Shaibani, 1988. Tomado de: «AL-KHANSA [15.131] Poeta de Arabia Saudita», en Poetas siglo XXI – Antología mundial + 20,000 poetas [en línea]. Publicado elSigue leyendo «La noche»

Separación…

La tierra ha separado a los dos hermanos: uno permanece sobre ella; otro bajo ella se consume. (Metro basīṭ, rima mā) —Al-Jansā’— (m. 26 h / 644) *Traducción de Josefina Veglison. Tomado de: Josefina Veglison, La poesía árabe clásica, [23], p. 66.

‘Amr Ibn Kulṯūm

Portavoz de la tribu de Taglib en el NE de la península Arábiga, encarna al héroe de la independencia de este grupo frente al los reyes de al-Ḥīra y canta las batallas de los taglibíes contra la tribu vecina de los Bakr, cuyo portavoz era el poeta al-Ḥāriṯ ibn Ḥilliza, también autor de una mu’allaqa.Sigue leyendo «‘Amr Ibn Kulṯūm»

Labīd ibn Rabī `A

Marcado por la leyenda de su longevidad que fijaría su muerte, más que centenario, en 661, forma parte también de los mu’ammarūn. Su estilo natural y su léxico puramente beduino hacen de él uno de los poetas más apreciados por los árabes. En 630 gestiona la conversión de toda su tribu al Islam. Según laSigue leyendo «Labīd ibn Rabī `A»

Imru’ al-Qays ibn Hujr

Considerado por los árabes «príncipe de los poetas», por Mahoma como el más excelente de éstos y por la tradición como el acompañante del profeta en su visita a los infiernos, es el poeta preislámico más emblemático. Según la leyenda, sería hijo de Ḥuyr, el último rey de Kinda, principado de Arabi Central, que fueSigue leyendo «Imru’ al-Qays ibn Hujr»

Abīd ibn al-Abraṣ

El célebre poeta árabe Abīd ibn al-Abraṣ (en árabe: ﻋﺒﻴﺪ ﺍﺑﻦ ﺍلاﺑﺮﺹ), vivió en esa época legendaria conocida más tarde en la época islámica como Yāhiliyya (n. ca. 500 – m. 530 o 550 d.n.e.). Pocas cosas se saben de él, pero con toda seguridad se sabe que pertenecía a la tribu árabe Banū AsadSigue leyendo «Abīd ibn al-Abraṣ»

Mu’allaqa (fragmento)

Con tal (montura), cuando danza la fulgente calina del mediodía y cubre los collados la veste del espejismo, mi necesidad resuelvo y no dejo por escrúpulo, antes que por algo me censuren. ¿Acaso no sabías, Nawār, que yo ato y desato los vínculos?[1] Dejo los lugares, cuando no me placen, a menos que la muerteSigue leyendo «Mu’allaqa (fragmento)»

La ofrenda

Abu Hind, no te apresures con nosotros, danos tiempo para decirte lo cierto: nosotros entramos[1] con blancos estandartes y los volvemos rojos, regados (en sangre), ¡Cuán largos gloriosos días nos negamos a servir al rey! ¡A cuantos señores de tribus, coronados con real diadema, protectores de asilados, pusimos encima nuestros caballos rampantes, las riendas ceñidas!Sigue leyendo «La ofrenda»

El día que sacrifique mi montura a las doncellas

«¡Haced alto!: lloremos al recuerdo de un amante y campamento al término de sinuosas dunas, entre Dahul y Hawmal, Tudih y Almiqrat,[1] cuyas trazas no se han desvanecido por la urdimbre de austro y bóreas[2]: Vese el sirle de gacela en sus patios y explanadas, cual granos de pimienta”. En la alborada del adiós, elSigue leyendo «El día que sacrifique mi montura a las doncellas»

El gran pez

Pregunta a los poetas si saben nadar como nado yo en los mares de la poesía, zambullirse como me zambullo. Mi lengua es más hábil en zambullirse en descripciones, invectivas y poemas, que el gran pez que en el remolino del mar nada seguro entre las olas fluctuantes. Cuando se desliza serpentino, brilla su flanco,Sigue leyendo «El gran pez»