La experiencia amorosa

Otros estados similares pueden producirse después de éste. A veces una Manifestación divina (tajalli) se presenta a ti en una revelación espiritual (kashf) y estos síndromes de amor se ven entonces afectados. A veces un personaje, y esta emoción extática (wajd) te embarga en el momento en el que tú le ves y sabes que ese ser es tu Bienamado, aunque nunca antes habías tenido conciencia de él. También a veces, se menciona a una persona y sientes inclinación (mayl) hacia ella, por esta pasión que te invade. Entonces sabes que ese ser es tu amo (sahib).

Se trata, en este caso, de una experiencia hecha con las sutilezas más inaccesibles, que permite a las almas tener la premonición de las cosas descubriéndolas a través del velo del Misterio (ghayb), sin que sea posible, no obstante, reconocer sus modalidades. no comprendes de quién están enamoradas estas almas ni en quién lo están, ni en qué consiste su mal de amor. Se observa esta disposición en encogimiento (qabd) o la euforia (bast), cuya causa no se encuentra. Cuando uno de estos estados engendra tristeza, se sabe entonces que es la consecuencia del encogimiento. Si produce alegría, se sabe entonces que tiene relación con la euforia. Este presentimiento que el alma tiene de las cosas se le presenta incluso antes de que se produzcan en la esfera de los sentidos externos. Éstos son los signos precursores de cualquier actualización del amor.

—Abenarabi—

Tomado de: Ibn Arabi, Tratado del amor, cap. 3, pp. 41-42.

*Traducción de Alfonso Colodrón.

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