Avicena III

Avicena, el Jeque Supremo, Abū ‘Alī al-Ḥusayn ibn ‘Abd Allāh ibn al-Ḥasan ibn ‘Alī ibn Sīnā (370-428 de la hégira/980-1037 d.C.), fue, en verdad, un maestro fundamental: jeque, por ser el maestro consagrado de una tendencia filosófica, y fundamental, por constituir el eje vertebrador de todo el pensamiento filosófico del oriente islámico de su época y de épocas posteriores. Aunque esta imagen no encaja con el papel que Avicena desempeñó en vida, lo cierto es que la difusión de sus obras lo convierte, tras su muerte, en el punto de referencia fundamental en el panorama filosófico precedente y posterior. De ahí que la lectura directa, sólo atenta a sus obras, no baste. Resulta imprescindible que nos apoyemos, siquiera parcialmente, en la lectura a la que nuestro filósofo somete a sus antecesores, en la interpretación de su obra de quienes le sucedieron y en nuestra propia interpretación de la obra de sus contemporáneos.

Mohamed Ábed Yabri

Tomado de: Mohamed Ábed Yabri, El legado filosófico árabe, pp. 117-118.

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