Tras la separación, ¿habrá medio de unirnos? ¡Ay! Los amantes todos de sus penas se quejan. Paso las horas de la cita en el invierno sobre las ascuas ardientes del deseo, y, ¿cómo no?, si estamos separados. ¡Qué pronto me ha traído mi destino lo que temía! Mas las noches pasan y la separación no se termina, ni la paciencia me libera de los grilletes de la añoranza. ¡Qué Dios riegue la tierra que sea tu morada con lluvias abundantes y copiosas! (Metro ṭawīl, rima qī)
—Wallāda—
*Traducción de Teresa Garulo.
Tomado de: Teresa Garulo, Dīwān de las poetisas de al-Andalus, p. 144.