Nada más parece poder decirse de la vida de Abū Tammām Gālib ibn Rabāḥ al-Ḥaŷŷm, un poeta natural de Calatrava, de orígenes humildes, que, al menos durante una parte de su vida se sustenta con su oficio de barbero, a quien el mundo de los reinos de taifas, una sociedad abierta al mérito literario e intelectual, permite abrirse camino en el competitivo campo de la poesía. Los datos que de él tenemos, casi siempre indirectos, documentan la actividad literaria del poeta en último tercio del siglo V, más o menos entre 1075 y 1110. Vive, efectivamente, como dice Ibn Sa’īd, en época de los reyes de taifas, pero la llegada de los almorávides no interrumpe su obra poética, aunque, como ocurre con otros poetas de este momento, debe adaptarse a unas condiciones más difíciles en que la vuelta a su antiguo oficio suponía, quizá, una forma de liberarse de la dependencia económica, al mismo tiempo que una claudicación.
—Teresa Garulo—
Tomado de: Abū Tammām ibn Rabāḥ de Calatrava, El cálamo del poeta, pp. 20-21.
Poesía y filosofía árabe 