Cuando me hinque de hinojos a los pies de la muerte y de raíz me arranquen la esperanza y la vida, ¡ojo!, que con mi barro fabriquen una cántara y así, al olor del vino, renaceré un instante.
—Omar Jayyam—
(m. 517 h. /1123 n.e.) Neishabur, Irán
*Traducción de Zara Behnam y Jesús Munárriz.
Tomado de: Omar Jayyam, Robaiyyat, p. 127.