Te amo con dos amores: un amor que viene del deseo y el otro porque eres digno de él. El amor del deseo me hace recordarte y me aparta de aquellos que no son tú. Y aquél que es por causa tuya te despoja de los velos hasta el punto en que te veo. Y no hay elogio alguno en éste ni en aquél hacia mí, pero a ti [te doy] las gracias en uno y otro.
—Rābiʻa al-ʻAdawiyya—
(m. 185 h. = 801 d.n.e., Basora, Iraq)
*Traducción de Daniel Maldonado.
Tomado de: Badawī, ʻAbd al-Raḥmān, Šahīdat al-ʻIšq al-Ilāhī. Rābiʻa al-ʻAdawiyya, p. 119.